
Ayer a todos se nos aceleró el corazón cuando el Gobierno japonés ordenó la evacuación de 800 trabajadores en la central nuclear de Fukushima I. Pero aún nos asustamos más cuando el ejecutivo ordenó a los 50 trabajadores restantes que abandonaran también el lugar. Parecía, por un momento, que el Gobierno tiraba la toalla. Por suerte el abandono fue temporal, fruto del incremento de los niveles de radiación del lugar (que llegaron hasta los 10 milisievert/h o 10.000 microsievert/h).
La situación está empeorando con el tiempo. Ayer por la mañana (cuando la situación estaba mejor que hoy) la Autoridad francesa de Seguridad Nuclear, el segundo país con más centrales nucleares del mundo, elevó a 6 sobre 7 el nivel de gravedad del incidente ocurrido en la central nuclear de Fukushima. Según la Agencia la situación “puede afectar a los trabajadores” de la central nuclear.